Dentro la industria de la música electrónica, hay personas con grandes ideas, comprometidas con su trabajo y apasionadas por lo que hacen. Entre ellas, se destaca Jimena Rosales, una persona visionaria en el ámbito del management de talentos y el negocio de la música, Jimena ha dejado su huella en la escena de la música electrónica.
En esta entrevista, exploraremos sus perspectivas sobre el estado actual de la industria, los desafíos que enfrenta y los secretos detrás de su fórmula para impulsar el éxito de los artistas en un panorama musical de constante evolución.
Ademas, Jimena nos cuenta sobre su trayectoria y como ha enfrentado y superado desafíos únicos, cada obstáculo ha sido una oportunidad para crecer y aprender. Sin embargo, las recompensas han sido abundantes, desde viajar por el mundo hasta construir relaciones significativas con colegas y artistas, cada logro ha sido una confirmación de su dedicación y pasión por la música.
Mirando hacia el futuro, Jimena está llena de emoción por lo que depara este año. Con una serie de proyectos emocionantes en el horizonte, desde giras de artistas hasta lanzamientos de música, Jimena está lista para continuar dejando su huella en la industria musical y llevar a BWBO Be Weird Be Original a nuevas alturas de éxito.
La historia de Jimena Rosales es un testimonio inspirador de determinación, pasión y éxito en el competitivo mundo de la música. Su compromiso con el arte y su visión audaz la sitúan como una figura destacada en el panorama musical actual, lista para seguir inspirando.
¿Cómo comenzó tu pasión por la música?
«Mi pasión por la música surgió desde muy chiquita y fue gracias a mi familia. Genuinamente, toda mi infancia estuvo rodeada de música, en mi casa, en la escuela, en el carro, ¡literalmente en todos lados! Un día podía estar escuchando a Mozart o a Yo-Yo Ma y al día siguiente a K Paz de la Sierra o a Mecano. De mi abuela, por ejemplo, le agarré gusto al rock clásico, canciones viejitas que pasaban en la estación radio felicidad; a mi mamá, el bossa nova y el jazz; a mi papá, la música disco y el rock ochentero; y a mi tía, el pop de los 2000. Uno de mis primos es DJ, se llama Israel y el fue quien me enseño por primera vez el EDM, también recuerdo que me mostró el aftermovie de Tomorrowland del 2011 diciendo – Algún día iré ahí, vamos a ir juntos – a partir de ese momento ‘Pryda – Mirage w/ Empire of The Sun – We Are People’ se volvió de mis canciones favoritas.
Mis papás me fomentaron mucho las artes en mi vida, y es por eso que a los 5 años de edad me uní a la estudiantina de mi escuela. Después, la directora de la estudiantina me invitó a formar parte del coro del cual ella era directora, y fue así como a esa edad empecé a cantar, canto clásico, básicamente ópera. Mientras todo esto pasaba, yo estaba en muchas más clases extra de deportes y artísticas, pero la música seguía ahí todo el tiempo. Estuve un tiempo en ballet, danza regional, flamenco y hip-hop. Incluso aprendí a tocar el piano (que honestamente no recuerdo mucho), pero lo que más me gustaba era el teatro. Durante mucho tiempo canté, mi voz la usaban para jingles en la radio, maquetas para demos, hacer coros (por eso sé trabajar en estudios). Gracias al canto, pude pisar muchos escenarios importantes en México y Latinoamérica, pero justo a los 15 años dejé de hacerlo porque estaba harta. Después, empecé en una compañía de teatro musical y tenía conservatorio todos los sábados de 9 am a 9 pm. Actualmente, no hago ya nada de esto (estoy en clases de canto para mantener mi voz) pero es todo.
Fue a partir de la secundaria que empecé a encontrar mis propios gustos musicales. Realmente escucho de todo, pero en ese entonces me di cuenta de que me gustaba la música electrónica, el indie, el R&B y básicamente todo lo que lleva sintetizadores y un bajo potente. Si tú vieras mi playlist en Spotify, es una mezcla super rara».
¿Cuál ha sido la mayor lección que has aprendido a lo largo de tu trayectoria?
«Pff, si me preguntas en la vida en general, te diría que prepares bien lo que vayas a hacer en general (desde una salida familiar hasta tu trabajo), confíes en el proceso (aunque a veces se me olvide jajaja) y entiendas que brillas por ser tú. A veces es complicado entenderte, pero es cuestión de tener paciencia, ser conscientes de que muchas veces vamos a incomodar con lo que decimos y pensamos, pero eso no significa que te debas callar. Investiga de todo (porque en verdad eso me ha ayudado en lo laboral), cuestiona todo y no creas nada (eso te va a ayudar a crear un criterio propio). Ten una agenda (preferiblemente física) y atesora cada uno de los momentos de tu vida. No sabemos cuándo será la última vez que comas tu comida favorita, o escuches la voz de alguien que amas, o incluso si esta valiendo queso. Siempre piensa en qué cosas puedes aprender. Y sobre todo, ¡todo lo que ves en redes sociales no es real! Todos vamos a compartir y maquillar lo que los demás ven de nosotros, es una fachada.
En lo laboral, aprendí a la mala que no toda la gente es buena y no tendrá buenas intenciones contigo. Debes entender que no todos son tus amigos y la mayoría son colegas de trabajo o ‘gente de la escena’. Aprende también que debes cuidar lo que dices, cómo lo dices y a quién se lo dices, porque al final le estás dando un poder muy fuerte a los demás de contar la historia y terminarás metido en cosas que ni al caso. Aprende la diferencia entre socio, inversor y colaborador. No todo es backstage y no creas que al estar en uno ‘ya lo lograste‘. Mantén los pies en la tierra y mientras más seas consciente de eso, serás agradecido y tratarás a la gente como personas. Apoya a quien te apoya, no olvides a tu gente y no te olvides a ti, se paciente, confía en el chingado proceso y no descuides para nada tu salud física y emocional, si no estas bien tu ¿como esperar dar lo mejor de ti?. Saluda a todos, sal a eventos, conoce a gente y no tires en saco roto las RP y no tengas miedo a pedir ayuda o tomar curso».
¿Cómo te fuiste involucrando dentro del Music Business?
«Creo que, sin saberlo, cuando cantaba, estuve en juntas y con gente que ya trabajaba en la industria y me explicaban cosas como las regalías, propiedad intelectual y esas cosas (porque mi mamá y yo teníamos que en algún punto firmar documentos). Cuando estuve en teatro musical, tomé un diplomado de stage manager (que hay algunas cosas que no se aplican a la música pero en esencia es casi lo mismo). Honestamente, yo quería dedicarme al periodismo musical, así que muchas veces yo era acreditada a eventos y poco a poco entendí cómo era el clima en la industria. Fue hasta que fui la asistente de un amigo que era stage manager de un rapero muy conocido que empecé a entender los rangos laborales y qué hacía cada quien.
Pero hasta que conocí a Alby (Loud) que entendí lo que era verdaderamente el negocio de la música. Él me enseñó mucho de lo que sé actualmente. Incluso en algún punto de la vida me dijo: -“¿Y si dejo de tocar y me convierto en tu manager?”- y sé que lo decía en serio y sé que él hubiera sido el mejor manager del mundo. Realmente, Albert es una de las personas en esta industria que sabe lo que hace. Es muy inteligente y un muy buen estratega. Alby vio el potencial en mí y eso es algo de lo que estaré siempre agradecida con él. Al principio, empezó todo porque en ese momento en la carrera (estudié comunicación y entretenimiento), muchas cosas que estaba viendo en clases, estaba empatando en la carrera de Albert. Al principio, me preguntaba cosas como: -“¿Cómo ves mi feed de insta? ¿Puedes ayudarme a revisar este contrato?» Después, eran cosas como: «X persona te marcará y tú le vas a decir esto y esto”- y poco a poco fuimos creando una sinergia muy bonita. Él me cedió y presentó a muchos de sus contactos en la industria (y créanme que eso no muchos lo harían).
Después de aceptar ser su manager (que a estas alturas del partido creo que no es un secreto que él es mi pareja y la relación surgió primero), decidí clavarme e investigar no solo del negocio musical, también de la historia del Hard Dance y realmente de todo lo nuevo que era este mundo para mí. Conforme fue pasando el tiempo, empecé a buscar cursos y diplomados para perfeccionar ciertos temas como, por ejemplo, sellos discográficos, contratos, derecho y propiedad intelectual, producción de eventos, administración, producción musical y marketing.
Aún no termino mi carrera porque empecé a trabajar y viajar desde tercer semestre, y por viajes (laborales), eventos y cosas de trabajo me fui atrasando. Yo quiero seguir estudiando (en primera es porque soy una ñoña) y en segunda, porque la industria de la música está en un proceso constante de evolución».
¿Qué es lo más complicado de tu trabajo como manager artístico?
«Creo que una de las cosas más complicadas es no perderte como individuo en el proceso, marcar el límite entre tu vida personal y la vida del artista. Tu trabajo en realidad es mucho; primero, hacer que el artista te sea funcional para poder cumplir todos sus compromisos, crear estrategias y buscar el beneficio del artista (y buscar tu propio beneficio). A veces no solo somos «managers«, somos amigxs, psicólogxs, enfermerxs, stylist, etc.
Yo soy de mucho corazón. Cuando tomo la decisión de trabajar con un talento, lo hago porque creo firmemente en él, pero a veces me olvido de mí. Me enfoco tanto en el trabajo que llega un punto en donde no paro de hablar de ello. Lo sano es poner límites, y es algo en lo que estoy trabajando.
Otra cosa es poderme partir en 35 (30 son los miembros de la agencia BWBO y 5 los miembros de mi familia) y genuinamente no puedo. Siento que descuido a mi familia, no he estado en momentos importantes para ellos o incluso para mí, también descuido amistades. A veces siento que las doy por sentadas (si leen esto, quiero agradecerles por apoyarme y entenderme)».
¿Cual es la mejor experiencia que has tenido gracias a la música?
Gracias a este trabajo tan loco he podido viajar por el mundo donde jamás creí poder ir, y eso me ha abierto el panorama a distintas culturas (y a distintas maneras de trabajar). Esto también me ha hecho conocer a gente tan linda. Justo en mi último viaje, fui a Gante y conocí a un DJ y productor de hardcore de nacionalidad egipcia llamado Hayek, y me dijo: -“¿Te has puesto a pensar lo loco que es que la música nos una?”-. Y en realidad es verdad, mucha de la gente que quiero la conocí por la música.
Desde que empecé a trabajar en la industria de la música es como si todos los días estuviera jugando ajedrez con mis enemigos imaginarios (que realmente sí existen, pero no son mis enemigos) y es buscar cada vez más cómo poder lograr un jaque mate. Y verdaderamente de esto se trata, mover tus mejores cartas en pro del artista con el que trabajes.
También debo reconocer que el hecho de que mucha gente (y especialmente mujeres) me utilice de referencia o que mi nombre signifique algo importante me llena de una sensación rara pero gratificante, me a dado una voz y créeme que voy a hacer algo grande con ella, quiero ser el cambio y esto me ha dado una plataforma para serlo».
¿Qué consejo le darías a Jimena de hace 5 años?
«Hace 5 años, yo tenía 21 años, estaba entrando a mis veintes, me estaba enamorando (literalmente) de quien sería mi compañero de aventuras y mi socio. En ese momento depuré mucha gente de mi vida. Acababa de tener mi primer tour por Europa y nos llegó la noticia de que Alby se presentaría en EDC México por primera vez.
Creo que le diría a la Jimena del pasado que disfrutara el viaje, que no se desesperara, que esto es solo el comienzo, que no se dejara apantallar tan fácilmente, pues no todo lo que brilla es oro. Debe ser más paciente, apenas vas comenzando. Es válido comerse el mundo, pero en cada bocado mastica bien y con cuidado porque te puedes morder.
Y sobre todo, ¡NO TE QUEDES DORMIDA EN POLONIA, VE AL AFTER O PON EL DESPERTADOR A TODO VOLUMEN! Así no vas a perder el vuelo.
Pero honestamente, no cambiaría nada. Todo lo que pasó hace 5 años es lo que me trajo hasta aquí, me ha hecho la mujer valiente, honesta y aguerrida que soy hoy».
¿Cuáles son tus próximos proyectos para este 2024?
«Afortunadamente, se vienen noticias muy buenas y emocionantes que anunciaremos pronto. Como fechas de los miembros de BWBO, fechas en el extranjero, mucha nueva música que saldrá en la disquera, lanzamientos en dos disqueras muy importantes de Alby Loud, el debut de Sarahí Boriu en EDC México, las clases, cursos y asesorías que empezaremos a impartir en BWBO y la nueva faceta de Loud Friends con las pop-up parties y los eventos grandes (¿se viene el festival?).
Estoy segura de que la vida da muchas vueltas, giros de tuerca y sorpresas, así que puede que cosas se vayan sumando al plan de este 2024. Yo les recomiendo que estén al pendiente del roster de BWBO porque genuinamente los van a sorprender».